El Caucus Hispano en el Congreso presentó el viernes un proyecto para darle fuerza de ley a las protecciones contra la deportación que hoy tienen por una orden ejecutiva los inmigrantes sin documentos que fueron traídos a Estados Unidos cuando eran niños, informa thinkprogress.org
De aprobarse esta medida, las protecciones contenidas en el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) dejarían de depender de la visión o políticas del presidente de turno en Estados Unidos, sino que formaría parte de las leyes inmigratorias del país
El proyecto busca crear la “Ley Americana de Esperanza” o “American Hope Act”, es una iniciativa del Caucus Hispano y cuenta con los nombres de 117 congresistas como coautores. Sin embargo, todos son demócratas.
Los demócratas son minoría tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado, un hecho que reduce considerablemente las posibilidades de que la medida sea aprobada.
Incluso, si ambas cámaras aprobasen la legislación, el presidente Donald Trump, del Partido Republicano, podría vetar el proyecto.
En junio de 2012, el entonces presidente Barack Obama creó DACA mediante una orden ejecutiva.
El programa protege temporalmente de la deportación inmediata a jóvenes que fueron traídos a Estados Unidos siendo niños, condicionado a requisitos de conducta y estudios
A estos jóvenes que llegaron a temprana edad a este país se les llama “dreamers” o “soñadores” por mantener viva su esperanza de ser algún día ciudadanos del país que consideran también suyo.
DACA no garantiza un paso a la ciudadanía –ni siquiera a la residencia permanente. Sí les permite a sus beneficiarios trabajar legalmente en Estados Unidos.
El diferimiento a cualquier acción de deportación dura dos años y debe ser renovado al final del periodo.
El presidente Donald Trump y su administración han hecho importantes cambios en las políticas de inmigración del país, sobre todo en el aspecto crucial de qué tipo de inmigrantes indocumentados deben ser considerados una prioridad para la deportación.
Obama había ordenado que la prioridad en la deportación la tuviesen los extranjeros que hubiesen sido condenador por crímenes graves.
Cinco días después de juramentar al cargo de presidente, Trump firmó un decreto que alteró esa política pública.
El decreto amplió exponencialmente los criterios a tomarse en cuenta para declarar que inmigrante indocumentado que debe ser prioridad para deportación. En la lista de criterios se incluyó no solamente a los convictos de crímenes graves sino a quienes estén acusados de cometer algún delito; a quienes hayan cometidos faltas menores, incluyendo infracciones de tránsito; y a quienes las autoridades de inmigración consideren, a su discreción, un riesgo para la seguridad de Estados Unidos.
Sin embargo, Trump y las agencias vinculadas a la inmigración han mantenido el programa DACA.
El alta más radical entre la mayoría republicana en el Congreso, así como varios gobiernos estatales controlados por el Partido Republicano, piden la eliminación del DACA.
Diez de esos gobiernos estatales, encabezados por Texas –el segundo estado con más beneficiarios– han amenazado con acudir a los tribunales si Trump no elimina DACA.
Es, precisamente, la incertidumbre sobre el futuro del programa lo que ha motivado a los demócratas a proponer la “Ley Americana de Esperanza”, explicó el congresista Luis Gutiérrez a thinkprogress.org.
“DACA está bajo amenaza y sabemos que el presidente Trump y el fiscal general (Jeff Sessions), si es que aún continúa en el cargo, no levantarán un dedo en defensa de DACA”, dijo Gutiérrez, congresista demócrata por Chicago.
Añadió que la legislación que proponen permitirá que los jóvenes beneficiados por DACA puedan “reemplazar el caos”, la “desesperanza” y la “crueldad” de vivir sin saber si eventualmente serán deportados.
Fuente: mundohispanico.com