James McHenry, director de la Oficina Ejecutiva para Evaluación de Casos de Inmigración (EOIR por sus siglas en inglés), dijo que la medida representa un aumento de casi 50% en el número actual de jueces de inmigración.
La oficina de McHenry envió a más de 100 jueces de inmigración a las instalaciones del Departamento de Seguridad Nacional en diversas partes del país entre marzo y septiembre de 2017, incluidas aquellas ubicadas en la frontera suroeste.
En octubre pasado, la oficina estimó que los jueces enviados habían ayudado a completar cerca de 2,700 casos adicionales.
“Al desplegar estos recursos adicionales en la frontera suroeste, el Departamento de Justicia y el gobierno de Trump dan otro paso para proteger a nuestra nación, a sus fronteras y a sus ciudadanos”, puntualizó Sessions.