Más de 800,000 casos se encuentran pendientes, pero prácticamente ninguno de los 400 jueces de inmigración del país está trabajando ahora por el cierre administrativo federal. ¿Qué significa esto para los que tienen pendiente sus juicios migratorios?
El cierre de gobierno que ya cumple 14 días está afectando un sistema migratorio ya sobrecargado incluso antes de que se bloquearan los fondos federales. Lo que antes significaba una demora de unos días ahora podría convertirse en años, según dijo una jueza de inmigración al diario The New York Times.
Irónicamente, la crisis migratoria es la raíz del conflicto entre el Congreso y la Casa Blanca: el presidente Donald Trump ha decidido mantener cerrado parcialmente el gobierno hasta que no reciba 5,000 millones dólares de fondos congresionales para financiar el muro fronterizo con México. Las negociaciones con los demócratas hasta ahora han sido infructuosas.
En los tribunales migratorios las cosas van de mal en peor. Más de 800,000 casos migratorios se encuentran en la fila de espera. Y por si fuera poco, la mayoría de las cortes de inmigración, excepto las que atienden casos de detenciones, están cerradas debido al cierre de gobierno, dijo la Oficina de Revisión Ejecutiva de Inmigración, parte del Departamento de Justicia, en un comunicado. Es por eso que prácticamente ninguno de los 400 jueces de inmigración del país está trabajando ahora.
Por esto, el actual bloqueo administrativo resultará, entre otros, en largos retrasos en las deportaciones para aquellos que han perdido sus casos y deben regresar a sus países.
Los inmigrantes sin documentos que hayan sido detenidos tras cruzar ilegalmente pueden permanecer viviendo en Estados Unidos hasta su cita en la corte, una práctica conocida como «captura y liberación» o ‘catch and release’ en inglés. El presidente Trump ha criticado mucho esta medida, pero como resultado del cierre, las personas que ya habrían sido deportadas después de su audiencia permanecerán en el país por más tiempo mientras esperan su cita en la corte.
Debido al alto volumen de juicios de las últimas dos semanas que ahora deben ser reprogramados, es probable que esos casos afectados tengan que ser dejados de último en las listas de los jueces, en vez de incluirlos en la agenda regular para cuando se acabe el cierre.
Según le dijo al Times la jueza Amiena Khan, vicepresidenta ejecutiva de la Asociación Nacional de Jueces de Inmigración, el sindicato de jueces en Nueva York, quienes tengan juicios que se han pospuesto tendrán que esperar hasta el final de 2022 y 2023 para que se escuchen sus casos.
Funciones al mínimo
No todo el sistema migratorio está congelado, pero gran parte de este sí. Según la página web del Departamento de Justicia, la Junta de Apelaciones de Inmigración (BIA, por sus siglas en inglés) solo «está procesando las solicitudes de estadía de emergencia», así como los casos en que un inmigrante «está detenido, incluidas las apelaciones, las mociones y las órdenes judiciales federales».
Añaden que su línea telefónica solo está abierta para consultas para casos de detenciones y el teléfono de la BIA está funcionando solo para llamadas de emergencia.
El Departamento de Justicia en paro parcial, tribunales que han entrado en confusión, funcionarios de prisiones que trabajan sin sueldo: todos son los resultados concretos de este cierre que representa un difícil reto para el sistema de justicia penal del país y para quienes dependen de este para subsistir.
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